Favorece el metabolismo de las grasas y además mejora la generación de energía aumentando la capacidad para realizar actividades que requieren de un mayor esfuerzo físico, logrando como resultado un mejor rendimiento deportivo.
Entrega soporte y favorece la elasticidad a estructuras del cuerpo como huesos, tendones, ligamentos, cartílagos y tejidos de soporte, contribuyendo a la movilidad y flexibilidad del cuerpo.